"CONSUMIDORES DE EDUCACIÓN BIEN INFORMADOS"


Últimamente, cada vez que voy al supermercado a hacer las compras demoro mucho más que antes; el alto costo de los alimentos me obliga a evaluar con detenimiento qué artículos elegir, cuáles me aportan valor nutricional y al mismo tiempo no me "rompen el bolsillo"!!
La inflación nos ha llevado a informarnos, a fin de tener criterios de evaluación ante la decisión de comprar o no un determinado producto.

¿Pero, al igual que ponemos tanta atención antes de comprar aquellos alimentos que representarán el sustento para nuestro cuerpo; así como nos instruimos para saber cuáles nos aportan mayores beneficios a la salud; lo hacemos cuando se trata de elegir aquellos que alimentarán nuestra mente, en particular la de nuestros hijos?

Tal como nuestro cuerpo necesita nutrientes para seguir funcionando de manera óptima, nuestra mente requiere de información sana y estimulante para seguir generando ideas que nos permitan desarrollarnos a nivel personal y evolucionar como sociedad. De esa información dependen los grandes inventos, las ideas revolucionarias, nuestro avance como sociedad. ¿Y dónde es que acudimos en busca de esos nutrientes? Pues principalmente a los centros escolares. 
Sin embargo, vemos con preocupación que también éste rubro, la educación, que promueve un recurso de primera necesidad, ha subido sus precios de forma dramática.

Es por ello que se hace necesario que los padres de familia nos volvamos consumidores bien informados. ¿Sabemos qué determina una buena educación? ¿Por lo que estamos pagando es realmente lo que contribuye a la buena formación de mis hijos? ¿Me están ofertando  las metodologías o estrategias más efectivas para enseñar en éste siglo? ¿Las que están abarrotadas de dispositivos electrónicos son en las que se aprende más? ¿Son realmente las escuelas más costosas las que tienen lo que mis hijos necesitan? 
El abanico de opciones para adquirir una educación se ha ampliado gracias a las tecnologías y los nuevos descubrimientos. La manera tradicional de aprender ya cambio, es por ello que como padres debemos estar al tanto de estas variantes, a fin de invertir donde realmente valga la pena y no nos dejemos llevar por estereotipos sociales o lo que tradicionalmente se pensaba.

Hoy en día los énfasis en educación giran alrededor de competencias como: la creatividad, la autonomía, los idiomas, las tecnologías, la robótica, la autoevaluación y el trabajo en equipo. Aspectos como éstos son los que debemos indagar a la hora de seleccionar la escuela para nuestros hijos. Tratar de asegurar que sea un lugar donde se les forme para las plazas de trabajo que aún no han sido creadas. Que sus conocimientos y competencias vayan acorde con las demandas de ésta sociedad, donde sus docentes representen un modelo a seguir, para ellos. Que se les enseñe a autogestionar su aprendizaje, a que no dependan de un instructor para alimentar sus mentes. Eso es aprender en el siglo 21.
Y estos aspectos no siembre van de la mano con el "precio" de la colegiatura.

Convirtámonos en "consumidores educativos bien informados". Sepamos qué pedir a cambio de nuestra inversión, y vayamos descubriendo el sin fin de opciones que tenemos hoy en día para alimentar las mentes del tesoro más preciado que tenemos: nuestros hijos.

Flora Griffith
Psicóloga Consejera
Docente Virtual

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