LOS MUNDOS VIRTUALES, PELIGROS POTENCIALES


El siglo XXI representa para la sociedad actual un mundo lleno de grandes oportunidades. El avance tecnológico nos ha permitido la creación de entornos y plataformas a través de las cuales podemos satisfacer casi todas nuestras necesidades humanas: aprendizaje, diversión, distracción, relajación e información, entre otros. Una de las innovaciones que nos permiten disfrutar de experiencias placenteras, tenemos los Mundos Virtuales. Estos son entornos en los cuales, al adentrarnos, podemos disfrutar de actividades que en el mundo real, por diversos motivos no nos son posible realizar. Se trata de espacios enormes que exploras con un personaje que configuras a tu gusto. Puedes encontrar ciudades, pueblos y a otras personas (virtuales como tú) con los que entablar relaciones. El anonimato es uno de sus a atractivos; nadie sabe quién eres y nadie, en el mundo real se enterará de lo que estás haciendo. Ejemplo de algunos de estos mundos son Second Life, World of Warcraft, Anarchy On Line, Runescape y otros. Algunos, como World of Warcraft, y Runescape, están más orientados a conseguir premios y derrotar a enemigos en un universo pseudo-medieval. Se les conoce también como MMORPG (multimedia online role playing game). Otros como Second Life, parece que van más allá. Esta última es una especie de sociedad paralela con reglas de mercado propias, donde puedes adquirir y producir bienes, ganar y perder dinero real, puedes incluso prostituir (sodomización indolora) a tu personaje para vivir en una lujosa isla con casita de dos plantas.
Se trata de una serie de actividades que, de forma lúdica, promueven antivalores y desensibilizaciòn y entre sus principales usuarios, están nuestros hijos.
Desde mi punto de vista, el aspecto riesgoso de este tipo de juegos, consiste en el hecho de que van dirigidos a satisfacer una de las necesidades básicas del ser humano: experimentar placer y alejar de si el dolor y la incomodidad. Tal como el alcohol, las sustancias psicoactivas y algunas actividades lúdicas, tienden a desarrollar adicción, porque permiten al hombre y mujer alejarse de sus problemas y experimentar gratificación de manera casi inmediata.
En el caso particular de los niños y adolescentes, los entornos virtuales satisfacen una necesidad primordial para ellos, la de socializar. En juegos como Runescape, por ejemplo, los muchachos ingresan con sus amigos, y dentro del entorno participan en combates, desafíos, o simplemente andan por ahì haciendo bromas a otros.
Como padres, es importante que estemos conscientes de que, además de compartir con otros amigos, nuestros hijos están expuestos a ambientes que promueven la avaricia, matanza, malas palabras, engaño, mentiras, abusos, divertirse a costa de otros y realizar acciones, virtualmente, que muchas veces no son socialmente aceptables. Poco a poco los jóvenes van acostumbrándose a ver como normal, actitudes y conductas que no fomentan las buenas relaciones ni el amor al prójimo.

Es por ello que deseo dar una voz de alerta ante este fenómeno. Como padres de familia es recomendable que…
 conozcamos más sobre estos entornos. Cuál es el objetivo del juego. Leamos sobre ellos. Observemos a nuestros hijos jugar.
 Saquemos provecho de ésta actividad para compartir un poco con nuestros hijos. Sentémonos y adentrémonos con ellos de vez en cuando. Que vean que nos interesa conocer su mundo, no sólo que lo criticamos. El conocer lo que hacen nos permitirá hablar con propiedad.
 Conversemos con ellos sobre las ventajas y peligros de estos entornos. Es nuestra responsabilidad ayudar a nuestros hijos a elegir entre lo que es saludable y lo que no lo es, para sus mentes.
 Invitémoslos a realizar otras actividades. Procuremos tener algunas opciones para ellos, tomando siempre en cuenta sus necesidades e intereses.
 Limite el tiempo que les permitirá jugar. Establezca controles. Después de cierta hora, debe haber un cambio de actividad.

Los entornos virtuales, al igual que todo, tienen su pro y su contra; de hecho hay investigaciones que han arrojado información muy pertinente para la Psicología y otras disciplinas que estudian al ser humano. En estos casos se utilizan de manera profesional y con propósitos muy definidos. Pero para nuestros hijos, e inclusive para cualquiera de nosotros, pueden representar un grave peligro. Así que estemos alerta a estos nuevos "juegos", supervisemos más a nuestros hijos e instruyámoslos al respecto.

Mgtra. Flora Griffith
Psicóloga Consejera

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