MI HIJO NO QUIERE TRABAJAR EN CLASE...Qué hago?

Con esta preocupación acuden muchos padres de familia a solicitar ayuda donde los psicólogos, a diario. Indican que los docentes se quejan de que sus hijos no completan los trabajos en clase, no copian del tablero, se distraen con facilidad y en algunos casos, también son muy inquietos.

Hay un concepto que escuchamos con relativa frecuencia hoy en día, y es el de Dificultades de Aprendizaje (DIFA).  Una DIFA es la  limitante que un determinado individuo puede experimentar durante el proceso de adquisición de un nuevo aprendizaje. Las DIFA pueden ser producto de alguna condición neurológica genética o adquirida, como también de experiencias o situaciones vividas.

Las DIFA mas comunes son: El trastorno por Deficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH), y las dificultades en el proceso de lecto escritura.

Ante esta situación, el primer paso es buscar la orientación de un especialista en conducta, o sea un psicólogo. Esta es la persona quien le ayudará a determinar cuál es la necesidad de su hijo/a y cómo proceder ante ella. Es probable que se requiera de la intervención de otros profesiones, dependiendo del caso.  En otros, puede ser suficiente con la evaluación, orientación a los padres, docentes y una breve intervención. Eso lo determinará el evaluador y los resultados que evidencie el niño/a después de la intervención inicial.

Lo mas importante es que ante este escenario no entremos en pánico. Recordemos siempre, sea o no que se determine que nuestro hijo/a padece de una DIFA, el o ella lo superará.  Se trata de una situación de crisis, que con la debida intervención ayudara a que nuestros hijos mejoren sus destreza y habilidades para el aprendizaje, nos permitirá hacer ajustes en nuestro manejo como padres, aprender estrategias que contribuyan a fortalecer el carácter y conducta de nuestros hijos, y nos unirá como familia.  

                             "Sin crisis no hay desafios, sin desafios la vida es una rutina, 

                                          una lenta agonia. Sin crisis no hay meritos".

                                                                                   Albert Einstein