¿ESTARÁ LA EDUCACIÓN TIRANDO FLECHAS AL AIRE?

Cuando un arquero se pepara para disparar primeramente define un blanco, mira con detenimiento hacia el frente, apunta, se concentra y tira.  La arqueria o tiro con flecha es el deporte, práctica o habilidad de propulsar flechas con un arco, dirigíendolas hacia un punto en particular.

Si por el contrario, el arquero simplemente se dispusiera a lanzar flechas sin llevar a cabo el procedimiento anterior, su ejecucion difícilmente lograría algún propósito.

El ejemplo del arquero me lleva a reflexionar sobre  un tema que vengo revisando desde hace rato, y es el de la incorporación de las NTICs (nuevas tecnologias de la información y comunicación) en nuestras aulas.  Este no es un tema nuevo, pues desde que tenemos acceso a las computadoras personales y dispositivos electrónicos, los docentes han procurado hacer uso de ellas con fines pedagógicos.
Sin embargo, hoy en dia las opciones son vastas y abrumadoras, y aún no hay evidencia de su efectividad, y si en realidad contribuyen a desarrollar profesionales más idóneos.

En un artículo elaborado por el Jefe de Educación de la OCDE en la BBC-Mundo Noticias del 22 de septiembre del 2015, se comenta sobre los resultados de las evaluaciones PISA, donde se ofrece un análisis internacional comparando las habilidades digitales que los estudiantes han adquirido y los entornos de aprendizaje diseñados para desarrollarlas.  Los datos arrojaron que en realidad las promesas ofrecidas por la tecnología para las aulas escolares están por debajo de lo esperado.

  • En el 2012, el 96% de los estudiantes de 15 años de edad en los paises de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo), informaron tener una computadora en casa, pero sólo el 72%  dijo usar una desktop, portátil o tablet en la escuela; y en algunos paises menos de uno de cada dos estudiantes reportaron hacerlo.
  • en el caso de los docentes que sí las utilizan en sus clases, su impacto en el rendimiento de los  estudiants es, en el mejor de los casos, mixto.
  • Los estudiantes  que moderadamente usan la computadora en la escuela, reportan resultados de aprendizaje levemente por encima de aquellos que lo hacen en raras ocasiones.
  • Los estudiantes que usan computadoras con mucha frecuencia en la escuela tienden a obtener   resultados sustancialmente peores en las evaluaciones que miden el aprendizaje, inclusive después de tener en cuenta las diferencias de clase social y variables demográficas.
  • No se evidencia mejoría apreciable en los logros de lectura, matemáticas o ciencias, para los estudiantes de aquellos países que habían hecho fuertes inversiones en tecnologia de información y comunicación (TIC) para la eduación.
  • La tecnología parece ayudar poco en la reducción de la brecha de habilidades entre los estudiantes de familias pudientes y los de origen humilde, siendo éste quizás el hallazgo más decepcionante.

Seguidamente el autor pasa a cuestionarse, y con justa razón: Las computadoras en la escuela: ¿una inversión inútil?

Para aquellos que aún creemos firmemente que las tecnologías nos pueden brindar la oportunidad de formar individuos más capaces de responder a los retos del futuro, ésta pregunta nos despierta un reto.  Es aquí donde organismos como iNACOL, (Ong cuya misión es transformar los sistemas educativos y acelerar el avance de nuevas políticas y prácticas que aseguren una educación de calidad), CHRISTENSEN INSTITUTE, entre otras, vienen desde aproxmadamente el 2010 restructurando paradigmas y estableciendo lineamientos y propuestas para la apropiada implentación de las TICs en el aula de modo que arrojen los resultados esperados.  Conceptos como "aprendizaje Híbrido/Mixto"o "Blended learning", son los que más se han desarrollado y hasta el dia de hoy se siguen revisando.

Hay muchas estrategias, técnicas y dispositivos tecnológicos que podemos utilizar en las aulas, pero debemos tener mucho cuidado de no estar "disparando flechas al aire"; dejarnos llevar por la novedad y simplemene imitar lo que otros hacen.  Necesitamos instruirnos, intercambiar experiencias e información, ser creativos y evaluar nuestro trabajo.  Sólo asi lograremos obtener el mejor provecho de lo que las NTICs nos ofrecen y guiar a nuestros niños y jóvenes hacia un objetivo claro y definido.





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