APRENDER HACIENDO

 Dime algo y lo olvidaré, enséñame algo y lo recordaré, hazme partícipe de algo y, entonces aprenderé.." (Confucio)

En los últimos 20 años la ciencia ha recabado nueva información con relación al cerebro humano y muchos de sus procesos, entre ellos el aprendizaje.

Uno de los puntos de relevancia con respecto al cerebro y el aprendizaje, es que el mismo aprende principalmente a través de dos procesos que podríamos simplificar de la siguiente manera: repetición y asociación.

Las neuronas, unidad básica del cerebro, se conectan a través del espacio intersináptico, formando así redes de comunicación entre ellas.  Cada vez que uno ejecuta una acción, la información se transmite de una neurona a otra, y cada vez que la misma se repita, esa conexión se fortalece generando así un aprendizaje. Es más, el científico Donal Hebb estableció una teoría que plantea que si dos neuronas están activas aproximadamente al mismo tiempo, sus conexiones se fortalecen.

Es así como evidenciamos neurológicamente lo que bien dijo Confucio en su tiempo, la ejecución juega un rol preponderante en el proceso de aprendizaje.

Si aplicamos éste principio al nuevo rol que corresponde jugar al docente del siglo 21, podríamos afirmar que ya no sólo le toca enseñar, si no que también aprender y qué mejor que hacerlo aplicando los principios que el mismo cerebro utiliza para asimilar y retener información: creando nuevas conexiones a través de la ejecución repetida de nuevas acciones; aprender haciendo.